Una familia hondureña residente en Charlotte vive una verdadera pesadilla. José Velázquez y Nelsie García llegaron a Estados Unidos con un permiso humanitario, buscando una mejor vida para su hijo Ángel, de 9 años, quien padece hidrocefalia y requiere cuidados especiales.
Sin poder conseguir empleo ni pagar renta desde hace meses y por miedo a las politicas migratorias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump han decidido autodeportarse.
“No tenemos dónde vivir”, dijo José.
El niño no habla, no ve ni camina. Su madre pide ayuda para poder cubrir las necesidades más básicas: “Pedimos una ofrenda… para lo que él necesita”.
La organización OurBRIDGE for KIDS ha ofrecido apoyo con alimentos y quiere ayudarles a regresar con una caja de pañales, leche, ropa y una silla de ruedas.
Pero persisten grandes retos, como el transporte especial de Ángel hasta su comunidad en Honduras, ubicada a tres horas del aeropuerto.
Si desea ayudar, visite el enlace de GoFundMe.
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